Uno de los mayores desastres de la historia naval
En la bahía de La Herradura tuvo lugar uno de los mayores naufragios de una Armada Española de todos los tiempos. El 19 de Octubre de 1.562, se hundieron 25 galeras de Felipe II y murieron unas 5.000 personas. Fue un acontecimiento de tal importancia en su época, que incluso Miguel de Cervantes lo menciona en El Quijote. Cervantes, en la segunda parte de su magistral obra, hace referencia al desastre de la Armada en La Herradura.
La lucha por el espacio Mediterráneo
En aquellos tiempos, a mediados del S.XVI, había una guerra por el control del Mediterráneo entre el Imperio Español y el Imperio Otomano. Los españoles por Occidente y los turcos por Oriente estaban luchando por controlar el comercio en el “Mare Nostrum”. Los turcos, además, se habían aliado con los piratas berberiscos. Éstos eran, fundamentalmente, moriscos que habían huido de la Península Ibérica y se refugiaron en Berbería, en el Norte de África. Los “huidos allende” se convirtieron en los famosos “piratas berberiscos”, que controlaron el comercio en el Mediterráneo Occidental. Las costas de Italia, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Baleares y el Levante de España era el ámbito de acción de estos eficaces piratas.
Felipe II, harto de esta piratería, que le estaba fastidiando su comercio; incluso estaban poniendo en peligro los barcos que venían cargados de oro y plata de América, armó una flota de galeras. La galera era un barco especial para el Mediterráneo. Estos buques, además de velas, también tenían remos. De hecho, la peor condena de aquella época, lo peor que te podía suceder, era que te condenaran a remar a galeras.
La escuadra de Don Juan de Mendoza
Desde Abril y durante todo el verano, la flota de galeras estuvo de campaña por las costas de Italia, las islas y el Levante de España combatiendo la piratería. De hecho, hicieron varias presas turcas y alguna berberisca. Además, la escuadra tenía la misión de socorrer las plazas de Orán y Mazalquivir, en el norte de África. Se trataba de una escuadra de 28 barcos. El Almirante era el Capitán General de las Galeras de España, Juan Mendoza.
A mediados de Agosto, la flota llega a Málaga desde Cartagena. Dos meses tardará la reparación y abastecimiento de las galeras para llevar a cabo el reemplazo de tropas en la plaza fuerte de Orán. El Domingo, 18 de Octubre, todo está preparado cuando entró un temporal de Levante. En aquella época, el puerto de Málaga estaba desprotegido de los vientos del Este. El Almirante tomó la decisión de salir de puerto y poner rumbo hacia La Herradura. Esta bahía es el mejor refugio del Mar de Alborán, conocido por marinos y corsarios desde época fenicia. De hecho, Juan Mendoza ya había recalado en un par de ocasiones en este “puerto natural”, dos veces que salvó a la Armada fondeando en La Herradura. Al atardecer, entre salvas de honor y despedidas, la flota partió.
Comenzaba a correr viento de levante y la mar presagiaba borrasca. Pasaron una noche infernal, bogando inmersos en un enorme temporal y un implacable aguacero. A la altura de Vezmiliana (actual Rincón de la Victoria) la galera Caballo de Nápoles embistió a la Soberana de España, haciéndole saltar el timón. Tuvo que ser remolcada por la Renegada y la Esperanza, en muy malas condiciones, con un fuerte Levante que obligaba a aumentar la boga.
El Naufragio
Sobre las 10 de la mañana del 19 de Octubre, por fin avistaron Cerro Gordo y penetraron en la bahía de La Herradura. La Escuadra se situó en la cara de Poniente de la Punta de la Mona, a refugio del Levante. En una hora se dispusieron las galeras desde dicha punta hacia tierra. En primer lugar, Mendoza, Soberana y San Juan. La Capitana, Patrona y Esperanza estaban en el centro de la escuadra.
Ellos ya se creían a salvo. El peligro parecía haber pasado. El tiempo aclaró y se renovaron los ánimos. Los galeotes herrados pedían la libertad. Pero a la media hora de estar anclados les ocurrió algo bastante inesperado. De repente cambió el viento, viró al Suroeste. Sobrevino un temporal de Lebeche con tal violencia que en cuestión de 10 – 15 minutos se arboló mucho la mar. Mar montañosa, a las galeras no les dio tiempo a levar anclas e intentar dar la vuelta a la Punta de la Mona para refugiarse en Los Berengueles.
Se desató el infierno y los barcos fueron dándose unos con otros y contra las rocas y acantilados. Se daban órdenes para liberar a los galeotes y la gente se tiraba a la mar. Las tres galeras que estaban más alejadas de la playa, consiguieron levar anclas. Con muchas penalidades, Mendoza, Soberana y San Juan, consiguieron dar la vuelta a la Punta de la Mona, refugiándose en Los Berengueles, detrás del Peñón de las Caballas.
El Desastre
La Capitana de España, al mando de D. Juan de Mendoza, era un navío de reciente construcción, con 28 bancos de remeros. Resistió bien las primeras embestidas. Pero un golpe de mar quebró el árbol que golpeó y arrastró al Almirante. La galera, fue embestida de costado hasta atravesarse y hundirse sobre las una de la tarde.
“Hombres y galeras lucharon contra la tempestad demostrando impunemente su valor contra un mar enfurecido por las olas y el viento, y sucumbieron ante una galerna, que jugó con toda una escuadra destrozándola”.
A las cuatro de la tarde comenzó a amainar la tempestad. Cinco horas de tragedia habían bastado para acabar con la escuadra española. “De las veintiocho galeras, veinticinco habían quedado en La Herradura. En el fondo del mar, duermen el paso de los siglos, cubiertos sus restos por bancos de arena”.
Zona Especial de Conservación Punta de la Mona
En la cara de Poniente de los acantilados de la Punta de la Mona se encuentran algunas de las inmersiones favoritas para los buceadores que frecuentan La Herradura. Desde la emblemática “Seca del Hombre” hasta la “Ensenada de los Gigantes” y el “Fin del Mundo” se puede sentir la grandeza que descansa bajo sus ricas arenas. Las caprichosas corrientes del Mar de Alborán han protegido gran parte de este santuario arqueológico.
El Naufragio de la Armada Española en La Herradura, un episodio clave en la Historia de España y un tesoro arqueológico de la Humanidad.
Bibliografía
Calero Palacios, María del Carmen. Naufragio de la Armada Española en La Herradura. Diputación de Granada. 2.012.
Cabrera, Juanfran. Naufragio en La Herradura. Novela gráfica. Ayuntamiento de Almuñécar. 2.012.
Hernández Molina, Tomás. Un viento inesperado. Ayuntamiento de Almuñécar. 2.012.
Cárdenas, Andrés. Luna de Octubre. Port-Royal Ediciones. 2.012.
Almudena Rubio Alameda. Almuñécar Ilustrada y su antigüedad defendida. Universidad de Granada 2015.
Muchas gracias por el trabajo que hacéis divulgando esta pasaje de nuestra historia, tan importante como olvidada.
Un placer, como siempre.
Gracias.
Seguiremos poniendo en valor el patrimonio histórico y natural de este enclave estratégico del Mar de Alborán. Esperamos volver a veros pronto a toda la familia por aquí.